La comprensión lectora se refiere a la capacidad de entender lo que se lee, mientras que la comprensión auditiva se refiere a la capacidad de entender lo que se escucha. Ambas habilidades son importantes para el aprendizaje y el desarrollo del lenguaje.
La comprensión lectora implica procesos cognitivos como la identificación de palabras clave en un texto, su reconocimiento dentro de un contexto específico y la integración de esa información con conocimientos previos. Estas habilidades son fundamentales para leer de manera efectiva y comprender lo que se lee.
La comprensión auditiva, por otro lado, implica escuchar e interpretar el lenguaje hablado de manera efectiva. Esto incluye entender palabras individuales y su significado dentro del contexto de una conversación o discurso. La comprensión auditiva también puede implicar la capacidad de seguir las ideas de un hablante y relacionarlas con otras experiencias personales o conocimientos previos.
En resumen, aunque ambas habilidades están relacionadas con el procesamiento del lenguaje, se enfocan en diferentes medios (escritura vs. habla) y requieren diferentes habilidades cognitivas para ser efectivas. Ambas son importantes para la comunicación eficaz y el aprendizaje a lo largo de la vida.